A partir de ahora, la levadura de cerveza se convertirá en algo más que un saludable complemento nutricional. Descubre los trucos de belleza que te proponemos con la levadura de cerveza como protagonista y deja que tu piel y tu cabello se muestren en perfecto equilibrio permitiendo que luzcan con toda su salud y belleza.
La levadura de cerveza tiene su origen en el proceso de transformación y fermentación del gluten que contiene la cebada, cereal fundamental en la elaboración de la popular bebida. Actualmente, esta levadura es uno de los suplementos alimenticios más recomendables ante carencias nutricionales, pero además, sus propiedades la han convertido en un verdadero aliado de belleza.
El "secreto" de la levadura de cerveza se encuentra en su composición, ya que, su alto contenido en proteína, combinado con la presencia de casi todas las vitaminas del grupo B le dan un extraordinario poder a la hora de regenerar los tejidos que forman nuestro organismo, especialmente tejido cutáneo, uñas y cabello.
Este regalo de la naturaleza, que puedes encontrar en forma de copos, polvo o cápsulas, es, además, rico en hierro, ácido fólico y minerales como el selenio o el zinc, esenciales para lograr un pelo bonito y vigoroso y unas uñas resistentes.
Con levadura de cerveza puedes preparar en casa cremas, tónicos y mascarillas capaces de devolver a tu piel su luminosidad y de aportar a tu cabello fuerza y brillo extra.
Prueba a incorporarla a ingredientes tan comunes como el aceite de oliva, el yogur o la miel y comprobarás que tienes a tu alcance "productos" de belleza naturales que pueden ayudarte a combatir con eficacia problemas como la falta de luminosidad en el rostro, las pequeñas arrugas de expresión, las uñas quebradizas o el cabello débil y encrespado.
Si tienes la piel seca y deshidratada prepara una mascarilla mezclando la yema de un huevo con una cucharada de levadura de cerveza en polvo y una de miel. Extiende por el rostro (excepto contorno de labios y ojos), deja actuar 20 minutos y retira con agua templada.
Si lo que necesitas es un suave exfoliante, que te ayude a regenerar la capa externa de la piel cuidándola mientras le aportas un extra de nutrición, aplasta con tenedor medio aguacate (o un plátano) maduro e incorpora una cucharada de copos de levadura de cerveza triturados. Haz una mascarilla, mezclando bien ambos ingredientes. Aplica sobre el rostro limpio y seco realizando suaves movimientos circulares. Deja actuar 10 minutos y elimina la mascarilla con agua tibia. Tu piel quedará libre de impurezas y con un aspecto radiante.
En pieles grasas y con tendencia al acné, la levadura de cerveza también proporciona excelentes resultados. Un yogur natural, al que agregues unas cucharadas de levadura, se convertirá en una magnífica mascarilla casera que alimentará tu piel manteniendo a raya el exceso graso.
Si tienes acné puedes elaborar un tónico añadiendo 2 cucharadas pequeñas de levadura en polvo a un vaso de agua hervida junto a unas gotas de limón. Aplícalo cada mañana, tras el lavado del cutis, con ayuda de un algodón y deja secar al aire.
Para fortalecer el cabello y presumir de una melena suave, brillante y sedosa, un "truco" de resultados visibles tras las primeras aplicaciones es elaborar un acondicionador a base de aceite de almendras (u oliva) al que deberás agregar levadura de cerveza (hasta conseguir una textura cremosa y ligeramente compacta). Aplica tras el lavado masajeando con suavidad el cuero cabelludo.
Deja que la levadura alimente los folículos pilosos y el aceite selle la queratina de las fibras capilares y las puntas abiertas (puedes intensificar el efecto, cubriendo todo el pelo con un gorro de plástico). Pasados 10 minutos, aclara tu cabello de la forma habitual. Si quieres, además, brillo extra, incorpora a esta mascarilla una clara de huevo batida. Tu pelo deslumbrará con sus reflejos. Por algo la levadura de cerveza es junto a la alfalfa, un secreto natural para conseguir un cabello sano y fuerte.
Por último, el efecto de la levadura sobre las uñas es uno de los más llamativos. Con ella notarás que tus uñas crecen más y más fuertes. Una buena idea es añadir a tu crema de manos habitual una cucharada de levadura en polvo y aplicarla tanto en manos como en uñas. ¡Notarás los resultados!