Y tras la Semana de la Moda de Nueva York, llegamos a Londres donde los diseñadores han mostrado colecciones en las que se han abordado temas como el sexo, la ansiedad, los derechos LGTB o el consumismo.
Los diseños, en muchos casos surrealistas, han triunfado en las redes sociales. Temas como el sexo, los derechos LGTB o el consumismo inspiran algunas colecciones.
Al ver ciertos desfiles, como ya ocurrió en Nueva York, nos preguntamos si la forma de plasmar estas cuestiones es la adecuada. O si más bien, el contenido es una disculpa y realmente lo que se quiere es montar un circo como hizo Edwin Mohney (triunfador en Instagram) con propuestas con forma de piscina inflable, taconazos hechos con caretas de goma de la cara del presidente de Estados Unidos, Donal Trump (denominados trumpettos), vestidos en forma de preservativo...
Ashish también llamó la atención con sus camisetas con lentejuelas en las que podían leerse mensajes como 'masturbarse o 'excesos estadounidenses' en lo que parecía ser una tarjeta de crédito American Express. El diseñador siempre ha usado las pasarelas para hacer hincapié sobre algo y esta vez ha querido centrarse en el consumo excesivo de moda rápida.
Por otro lado, Molly Goddard transformó su pasarela en una cocina industrial. Ollas burbujeantes, estanterías de acero repletas de sacos de cebollas y patatas, dieron paso a una colección en las que algunas modelos (vestidas con capas de tules en color mandarina y medias psicodélicas) se demoraron para servirse una copita de vino y un puñado de palitos de zanahoria.
Apoyo a los derechos LGTB El desfile de Burberry se dedicó a apoyar a algunas de las organizaciones que defienden los derechos LGBT en el mundo. Christopher Bailey, director creativo de la marca, quiso poner el broche de oro a su mandato de 17 años en la firma británica, incorporando al clásico print de cuadros de Burberry los colores oficiales del arcoíris (rojo, naranja, amarillo, verde, púrpura y azul) en apoyo a la comunidad LGBT.