El pasado 19 de febrero el mundo de la moda perdió a uno de sus mayores creadores, pero hay más sabiduría de Lagerfeld por llegar.
Su legado está escrito (y grabado): Chanel ha lanzado en 3.55 (su podcast que comenzó en 2017 con un primer episodio con motivo del cierre de la emblemática concept store parisina Colette) una serie de programas titulados Métier Class by Chanel en colaboración con la revista Monocle y el periodista Tyler Brûlé, con la intención de indagar en el proceso de creación de la firma francesa y en hacer hincapié en el savoir faire de las cabezas de la maison (desde el propio Lagerfeld hasta Bruno Pavlovsky, presidente de moda de Chanel, Amanda Harlech, consultora creativa y mano derecha del káiser de la moda o Pharrell Williams, cantante y colaborador de la firma).
En el último capítulo el periodista dialoga con Karl Lagerfeld en la que acabó convirtiéndose en una de sus últimas entrevistas. Un momento precioso y privilegiado que se grabó el pasado mes de diciembre en el Hotel Mercer de Nueva York antes de la presentación de Métiers d’art en el Metropolitan Museum.
La entrevista, tan magnética, cautivadora e inspiradora como el propio Lagerfeld, son 40 minutos en los que el creador cuenta su trayectoria en Chanel desde 1983 y en la que aborda sus múltiples intereses (desde la política hasta el prêt-à-porter).
En los primeros minutos de la entrevista, el diseñador ensalza sus creencias sobre artesanía y moda y afirma: “Mi trabajo es proponer una fantasía”. Además, refuta con firmeza la idea de que está obligado a mantener la máquina de Chanel en movimiento, afirmando: “Odio la expresión de tener que hacer algo. Estoy encantado de hacerlo”.
El diseñador, quien nunca se vio a sí mismo como alguien perteneciente a este mundo, asegura al periodista que nadie le dio consejos al comenzar su carrera, que hizo todo solo y aprendió todo solo. Por lo que no cree en tener que decir a las personas lo que tienen que hacer. “Todo el mundo tiene que encontrar su camino, puedo inspirarles, pero no guiarles”.
