Muchas chicas sueñan, de pequeñas, con ser modelos. Algunas abandonan esta idea conforme van creciendo: la dificultad para hacerse un hueco en el sector y el duro trabajo que hay detrás de cada desfile, hacen que prefieran optar por diferentes profesiones. Otras, sin embargo, saben que con ilusión, constancia y tenacidad, todo se puede conseguir. Y Marián Ávila, es uno de los mejores ejemplos.
La trayectoria de Marián comenzó hace algunos años cuando se subió a la pasarela, por primera vez, en un desfile benéfico de Lina Lavin en Madrid. Poco tiempo después participó en la Fashion Week de Sevilla e incluso llegó a conseguir que Francis Montesinos la seleccionara para presentar una de sus colecciones en Valencia en 2016. Solo un año más tarde, El Corte Inglés la convocó junto a un grupo de modelos para protagonizar la campaña Soy yo, en la que reivindicaban un estilo propio. Todo este esfuerzo la ha llevado a protagonizar más de un titular, como aquel que encontró hace unos meses Kenzie.
La modelo ostenta el título de Miss Citrus State Jr adolescente de Estados Unidos 2017, un reconocimiento que le permite elegir varias causas para abanderarlas y defenderlas. Kenzie decidió sumarse a la lucha contra el bullying y dedicar, parte de su tiempo y sus esfuerzos, a las personas con síndrome de Down.
Fue al buscar información sobre este último cuando leyó la historia de Marián, descubrió que uno de sus sueños era desfilar en New York Fashion Week y decidió ayudarle a conseguirlo. Por eso habló con su amiga, la diseñadora Talisha White, que iba a presentar su colección de fiesta en la ciudad norteamericana, y le propuso que la valenciana desfilara para ella.
Basta observar la cuenta de Instagram de Marián para descubrir que, el desfile, fue todo un éxito. La española no solo lució varios diseños de la firma –vestidos de fiesta que, por cierto, son su prenda favorita- sino que, tal y como se puede comprobar en los stories que compartieron tanto ella como la firma, fue la encargada de abrir el desfile con un mono corto rosa adornado con gasa.
Un diseño que, minutos después, cambió por un vestido joya en tonos verdosos que se adaptaba a su figura y con el que demostró que ese hueco que le habían reservado sobre la pasarela neoyorquina era más que merecido.
Marián compartió protagonismo con Tae McKenzie, una chica de Charlotte (Carolina del Norte), modelo y actriz, que desfiló en silla de ruedas. Y es que Talisha tiene claro que sus modelos deben ser tan especiales como sus diseños. "Quería mostrar que no solo hay un tipo de chica hermosa. En mis desfiles me gusta mostrar todo tipo de mujeres, desde modelos más convencionales hasta otras que necesitan sillas de ruedas o tienen síndrome de Down. Ellas son mis chicas", explicaba, según recogen varios medios estadounidenses, en una rueda de prensa.